Hace semanas que India Martínez anunciaba su fin de gira con un apoteósico concierto en el Palacio de Congresos y Exposiciones Fibes de Sevilla poniendo así un magnífico broche de oro a una intensa excursión que le ha llevado a recorrerse nuestro país por nutridos Teatros, plazas, pabellones o estadios.
Esta aventura comenzaba hace algo más de un año con su ya mítico "Camino de la buena suerte", fruto del disco que obtiene el mismo título hasta prolongarse y mimetizarse con su último Álbum "Dual" y crear así una fusión de los estilos más dispares.
Pese a esa inolvidable despedida el pasado 14 de febrero, India Martínez como último regalo para su público y para sí misma ha querido dar los últimos coletazos con tres conciertos consecutivos en distintos lugares de Barcelona antes de marcharse al otro lado del charco donde la esperan ansiosos con los brazos abiertos.
En el concierto que ofreció anoche en Sant Cugat del Vallés, quiso hacer un guiño y ofrecer su muestra de apoyo al día de la mujer, dedicando a todas las mujeres uno de los temas que arranca más aplausos cuando es interpretado en directo, "Manuela".
Hay una parte del concierto que durante esta nombrada “turné” ha desconcertado a muchos…
Cuando le toca el turno a los sonidos árabes, en algunas ocasiones aparece una misteriosa y sensual silueta contoneándose envuelta por una luna llena “¿Quién será?” se preguntaban los asistentes…
Aquella sombra cada vez iba adquiriendo un papel protagonista y algunos que repetían concierto durante la gira, esperaban con ahínco ese momento hasta que al fin para muchos se resolvió “el enigma” y Laura Martínez rompió su “silencio” exhibiéndose mientras India se desdibujaba desapareciendo del escenario para dar paso a su hermana que pisando el suelo descalza y con una notable sed de expresar, aparecía de la nada casi desnuda de cuerpo pero también de alma.
Laura dejó de ser “la sombra” para brillar con luz propia y demostrar un portentoso talento convirtiéndose en artesana en eso de transmitir a través del baile y con cada movimiento de su cuerpo.
A lo largo de la gira y entre un público confuso cuando
llegaba este instante se podían apreciar graciosos comentarios como:
- “¡Qué rápido se ha cambiado de vestuario India
¿no?!”
-“¿Es india?, no, sí, no sé, sí es ella, a ver… no,
creo que no lo es ¿quién es entonces?”
Y no, no era India… gracias a esta gira muchos han descubierto
que ese don de dejar a la gente expectante y atrapada viene de familia. Ella manda y anoche decidió volver a “esconderse”
entre bambalinas pero India Martínez conocedora del reclamo que provoca la tímida pero a
su vez valiente Laura, insistió para que saliese a saludar a su público siendo
aplaudida, querida y admirada.
¿Habíais escuchado alguna vez una ranchera cantado
por bulerías? Curiosa mezcla ¿verdad? Pues anoche India y el ya archiconocido Riki
Rivera nos regalaron los oídos con "Siete
leguas".
Otro de esos instantes que deja al público en estado
catatónico es cuando India Martínez comienza a cantar sin esperarlo sin micrófono y a capela
aparentemente sin ningún tipo de esfuerzo y empapando con su portentosa voz
palcos, anfiteatros o platea.
Uno de los temas que más enloquece al público es "Loco" (valga la redundancia), el dueto con Enrique
Iglesias incluido en "Dual". Al Auditorio de San Cugat no vino
Iglesias pero ¿Alguien lo echó de menos teniendo a nuestro querido guitarrista
que al nacer le otorgaron 10 talentos, Riki Rivera? Yo creo que no y así lo
demostraron mano a mano creando ese ambiente íntimo, tierno y sensiblero que
tanto nos gusta.
Ya lo decía el músico Polaco Arthur
Rubinstein “La música es como hacer el amor, el acto siempre es
el mismo pero en cada ocasión es diferente” esto
lo sabe bien el público fiel de India Martínez puesto que subida a un escenario le besa,
le acaricia y le hace el amor sin tan siquiera rozar su piel, solo le basta una
simple canción.
En
la tarde, la cantante escribía un "tweet" acompañada de una foto visiblemente
emocionada donde nos hacía saber que no le gustaban las despedidas pero es hora
de detenerse, abrir otras puertas y hospedarse en el habitáculo de los sueños
conseguidos.
Seguro que ellos le harán invocar de nuevo a esas musas que lijan
su alma hasta extraer el polvo mágico con el que nos perfuma el escenario. Ese
aroma que convierte en arte y se enreda entre las venas de su cuello hasta
gritar lo que le quema o le mitiga por dentro.
Le extrañará nuestro nudo en la garganta, la presión en el
pecho, el sudor de las manos y el pulso cada vez que la escuchamos, cada vez
que la sentimos y cada vez que la vemos… Esperarán pacientes para manifestarse de nuevo en su regreso
porque esto no es un adiós, tan solo es un “hasta luego”. Ha dejado mucho en cada puerto y es hora de zarpar hacia
otros horizontes nuevos…