El ser humano desde
años ancestrales siempre pretendió abandonar el mundo real para dejar volar la
imaginación y abandonarse al sentir...
Deseamos evadirnos
para acallar la mente que en ocasiones nos hiere siendo espectadores o viviendo
en primera persona la espiral de desgracias que rodean nuestra sociedad y pretendemos
salir de este laberinto creándonos mundos quiméricos ya que a veces caminamos
por la vida cual robots sin encontrar mucho sentido a este extraño mundo cada
vez más loco.
Cuando pisamos un
teatro ya vamos expectantes y predispuestos a adentrarnos a nuevos misterios, a
traspasar el decorado de la rutina, a deshacernos de lo mundano para penetrar lo
divino...
Se sube el telón y
una figura femenina y cabizbaja con largos cabellos aparece de la nada con una túnica
que cubre todo su cuerpo entre misticismo y sonidos provenientes de lejanos
rincones de Oriente.
Cuando sus quejidos comienzan a inundar el teatro
un aura de paz baña esos magníficos
tapices granates que engalanan las butacas y hace temblar a las columnas
esculpidas color oro. El teatro, lo que hay en él y los allí presentes se
entremezclan creando un mundo de ensueño donde dejamos de ser humanos, donde
solo existen almas, la suya y la nuestra conectadas por el sonido de su voz, sí
señores, hablo de India Martínez.
Cuando comienza a liberar sus movimientos con
torería y majestuosidad, sus manos nos hablan, los exóticos movimientos de su
cuerpo nos transportan a otras culturas, a una hipnosis generalizada donde es
complicado mover un solo músculo que se hallan perpetrados en el asiento al
contemplar tan delirante belleza.
No es por sus ojos, es por su mirada, no es por su
boca, es por lo que crea y emite con ella. Nacen alas como prolongación de sus
brazos que no deja de desplegar invitando a quien se ha atrevido a acompañarla
por el camino de la buena suerte
a volar junto a ella.
Entre el silencio y
la oscuridad nos deleita sin esperarlo con composiciones del flamenco más puro,
más racial, aquel que solo nace de las entrañas de Andalucía y con sus gestos
nos muestra cómo es el desgarro del alma.
Con sus guiños
políglotas, nos hace creer que puede ser Árabe, Rumana, Francesa o gitana y nos
lo creemos, claro que nos lo creemos porque ella es todo lo que quiera ser,
porque cuando se canta desde dentro te llega y te lo crees.
Cuando a solas se
desnuda ante el piano o la guitarra sudores y escalofríos se intercalan en la
piel arrancando un llanto interno a un público cada vez más entregado. Llanto
de ilusión con su grito de guerra afianzando la unión, la lucha y la pasión aportando la chispa adecuada que hace que arda la llama.
Provoca suspiros al
invocar de ese modo un yo quiero luz de luna homenajeando a
la gran Chavela Vargas.
Con sus lamentos escondida
tras el telón despierta a los dormidos recitándoles que es el momento de confesar
y dejar en libertad a través de las palabras lo que gritan los ojos porque el
sentido de los días se pierde en el triste y arrinconado silencio. Y la
escuchamos, y nos desarma.
La interpretación de quizás
acabando abatida en el suelo recordándonos ese dolor cuando irreparablemente se
nos acaba el amor.
La manera de decirle a alguien que no se
alarme si no es capaz de “llegar”, reír o llorar puesto que solo es la
consecuencia de una vida pasajera.
Tímida y vulnerable
tras los focos, cuando se sube a un escenario se convierte en esa mujer que
sabe de dónde viene y sabe a dónde va.
"¡Es un ángel!"
exclaman algunos con un suave hilo de voz ya que su presencia semienmudece a
todo aquel que la ve surcando horizontes nuevos.
Por ello, quien
compra su billete con destino a la buena suerte, de vuelta ya está pensando cual
va a ser su próxima parada porque estas mil y una sensaciones no se encuentran
cambiando de canal o con un estático teléfono móvil en la mano.
Es por esto queridos
lectores, por lo que les animo a subirse a este viaje que va mucho más allá de
un gusto musical, de un físico o de una peculiar voz...
Si creen en la magia no duden en subirse al tren
de esta gira llamada CAMINO DE LA
BUENA SUERTE.
India Martínez hará
el resto...
Gracias Soco (@SocoMcBeal)!
Impresionante descripción, los mas próxima posible a lo que es un concierto de la Gira Camino de la Buena Suerte con India Martínez. Con cada palabra visualizaba cada momento al que te estabas refiriendo.
Gracias por volver a participar en este dia especial en nuestra pagina, en este dia 13!
Mamma mia Soco McBeal...!!
ResponderEliminarCuando algo me llega,cuando algo me impacta siempre tiendo a quedarme callado durante unos momentos,como queriendo entender lo que me acaba de pasar...Pero lo que ahora siento es que alguien que no soy yo ha hablado como si de mi mismo se tratase,y seguro que son muchos los que tb se han visto "retratados" en tus palabras...
Qué bonito es descubrir cosas de uno mismo,pero más bello aún es descubrir qué es lo que nos une a los demás...
Gracias Soco.Desde ahora te cambiaré el nombre...MilagroMcBeal será ya tu nombre...
Gracias India Martinez.Porque sin tí nada de todo ésto habría pasado...
Oooooooh Soco, creo que no hay palabras mejores definidas que las que has Plasmado en este día 13, tan importante para la Majestuosa INDIA MARTINEZ para definir a una ARTISTAZA como es Jenny.
ResponderEliminarComo bién dice D. Manuel Ruiz, much@s somos l@s que nos vemos reflejados en este Relato Impresionante que nos has dejado.
No hay palabras para agradecerte tan digna descripción.
Yo solo te digo Gracias y que Díos ilumine la sabiduría en tu mente durante toda tu existencia
Sin palabras...para qué? Si lo has dicho todo tan bonito,tan reprentativo,tan real...porque quien vaya a su primer concierto de India Martínez querrá volver y el por qué está en las palabras de Soco McBeal.
ResponderEliminarNo te había leído esto Soco,pero te has lucido una vez más.
Un beso